OPINIÓN | El enemigo estaba en casa
- José Gil
- 25 abr 2020
- 2 Min. de lectura
No resulta sorprendente la existencia de gente sin principios, que tiene todo lo que anhela y que no lo considera suficiente. Sin temor a nada.
Horas después de que Íñigo López hablase para El Mundo, la tormenta entorno a la SD Huesca se ha magnificado y no parece tener fin. Debido a sus nauseabundas declaraciones, el club azulgrana permanece en el ojo del huracán para todo aquel que pueda sospechar de su dignidad. Y no, no es ninguna exageración.
Se dice que más vale tarde que nunca, y ahora sabemos que el enemigo, o más bien los enemigos, se encontraban en casa. Bien escondidos, por supuesto. No cabe duda de que aquel "pacto de caballeros" pudo haber existido durante aquel Huesca-Nástic. Sin embargo, permitidme que dude de la caballerosidad de los mismos, ya que los supuestos caballeros han ejercido contra todo su alrededor por míseros beneficios innecesarios. En realidad, su señorío brilla por su ausencia.
Sin principios ni respeto
Y es que, conocedor de la podredumbre del fútbol, el riojano ha utilizado sus armas para deshacerse del muerto. Tampoco ha dudado en escupir sobre la mano que le dio de comer durante tres temporadas. No hablamos de cualquier salpicadura, sino de un veneno cual víbora áspid lanza en sus momentos de máxima necesidad. Un reptil al que no le importan las posibles consecuencias que acarrean decisiones más que cuestionables. Actos repugnantes dignas de personas repugnantes.
Si echamos la vista atrás, la mancha impregnada por ciertos medios de comunicación era considerable, pero me equivoqué. Las mayores gotas de tinta fueron servidas por irresponsables, que aprovechando su posición privilegiada se han dedicado a cometer actos imborrables a estas alturas. No resulta sorprendente la existencia de gente sin principios, que tiene todo lo que anhela y que no lo considera suficiente. Sin temor a nada.
Inconsciencia insalvable
Ni él ni sus conocidos serán conscientes del daño causado a toda una ciudad y una provincia. A ninguno de ellos les importará la sentencia sobre sus "pactos", vista la actitud tan serena y a la vez deplorable mostrada desde su declaración ante el juez. Queda confiar en la justicia, que dictará sentencia tarde o temprano, pero ninguna evasiva será suficiente para huir completamente limpio de este charco de lodo.
Es hora de levantar la voz ante las injurias recibidas. En un mundo repleto de buitres resulta imprescindible que alguien plante cara ante toda acusación injustificada, que nada ni nadie caiga en el olvido. A todos nos gustaría hablar únicamente del ámbito deportivo, pero resulta imposible no pensar en el devenir del club altoaragonés. ¿Qué sucederá? Aunque quizás sea pronto para averiguarlo, el miedo va a perseguir al Huesca y a Huesca durante mucho tiempo. La tormenta sólo acaba de empezar.
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