Mikel Rico: grato regreso al pasado
- José Gil
- 25 abr 2020
- 3 Min. de lectura
Mikel Rico regresa a la SD Huesca por segunda vez y apunta a ser uno de los pilares más importantes de cara al nuevo proyecto. Firma por dos temporadas y será su tercera etapa como azulgrana.
Como dos piezas de un puzzle que encajan a la perfección, Mikel Rico vuelve por segunda vez a la que fue su casa. El crecimiento del centrocampista y del club han ido de la mano desde que se unieron sus caminos hasta que, de forma irremediable, debieron separarse. Y a pesar de ello, la relación entre las dos partes ha permanecido intacta desde su marcha. Para entender un regreso tan especial, es necesario remontarse a la temporada 2007/2008.
A los 23 años, el de Arrigorriaga abandonó el sur de España para marchar al norte, concretamente al Altoaragón. Procedente del Poli Ejido, se encontraría con el difícil reto de ascender a la categoría de plata con un Huesca asentado de metas más altas. Por complicado que fuese, el primer paso hacia el fútbol profesional se consiguió y Rico se ganó el respeto de los fieles a través de sus goles, dedicación e indudable compromiso con la elástica azulgrana. Finalizada su vinculación contractual, el Ejido no dudó en contar con él para afrontar la división de bronce.
Según cierto proverbio, las segundas partes no suelen ser buenas, aunque no ha sido el caso. La 09/10 se saldaba con su vueltaa El Alcoraz para continuar la etapa más importante. No defraudó en cuanto a rendimiento, ni tampoco a una afición enganchada al equipo que logró la salvación por delante de históricos como el Cádiz CF o Real Murcia. Su gol ante el Celta durante la última jornada sirvió para conseguir la permanencia, remarcando su nombre en las páginas doradas de la historia azulgrana. Su marcha al Granada, más que sabida ante la inferioridad económica y deportiva del proyecto, le presentaba la oportunidad de su vida: jugar en Primera División una vez cumplida su promoción a Primera. El fichaje por el conjunto nazarí también supuso un ingreso de 600.000 euros a las arcas, el traspaso más caro del club oscense por aquella época.
"El Huesca es el equipo que más me ha ayudado en mi carrera, estuve súper a gusto y tengo una vida ahí" (Diario del Altoaragón)
De la misma forma que sucedió en sus dos anteriores equipos, Mikel se consagró comopieza fundamental en el centro del campo con 116 partidos a sus espaldas. No obstante, el Athletic Club tardó tres campañas en hacerse con sus servicios, donde aceptó todo tipo de rol por el bien común del equipo. Así, hombre de vestuario vaya donde vaya, tampoco tardó en demostrar su carácter por San Mamés y por toda Europa, logrando finalmente una Supercopa de España ante el FC Barcelona. La recompensa al trabajo bien hecho desde unos humildes inicios como jugador del Basconia en Tercera División o de la UB Conquense en Segunda B.
Finalmente, Rico regresa al Huesca para emprender una tercera etapa como azulgrana, para aportar su experiencia en la élite y, sin duda, para aumentar la carga emocional que tan necesaria parece en estos momentos. Dos senderos nuevamente juntos que significan algo más que un simple fichaje casi nueve años después. En un ambiente de agradecimiento mutuo y destinados a encontrarse, el Huesca y Rico vuelven a ir de la mano.
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