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De la MLS a LaLiga con transbordo en Huesca

  • José Gil
  • 7 ago 2020
  • 4 Min. de lectura

Érase una vez un verano que hizo temblar los cimientos de la SD Huesca. Unos meses de incertidumbre que consumieron a una afición aturdida por la Operación Oikos y una dolorosa caída desde lo más alto del fútbol español. Un tiempo de intranquilidad que finalmente se transformó en la consecución de un ascenso y un campeonato en la que posiblemente sea la liga más atípica de la historia del fútbol. En tiempos de Covid-19, el Huesca regresará a Primera División gracias a los resultados deportivos y, por supuesto, a Rubén García.



Una diferencia de presupuestos y contextos

A menudo se suele obviar la labor que requiere la confección de una plantilla competitiva para un club profesional como es el caso de la entidad oscense. Amante de las nuevas tecnologías tras su aventura americana en la MLS, Rubén García llegó desde Estados Unidos para ocupar la vacante que dejó Emilio Vega una vez acordada su no continuidad a principios de abril de 2019. Dos entornos diferentes de trabajo que no se entienden sin la proyección, el crecimiento y el asentamiento que ha experimentado el club en los últimos años. Tampoco sin los hechos extradeportivos.


Que la actual dirección deportiva haya gozado de un presupuesto mayor al disponible en la 17/18 es un hecho, pues la anterior presencia en Primera División permitió a los azulgranas volver a la división de plata con un límite salarial de 17 millones de euros. Alrededor de 12 millones más que por suerte han sido de utilidad para un retorno inmediato. No obstante, en ningún momento ello ha significado un camino de rosas para la confección de la plantilla y la posterior consecución de los logros.


Rubén García en una rueda de prensa | Foto: SD Huesca

Poderoso caballero es don dinero, pero el talaverano también ha lidiado con una situación tan delicada capaz de tirar por tierra cualquier esfuerzo deportivo. Salpicada la institución por una supuesta trama de amaños de partidos, el papel de Rubén se ha convertido en algo imprescindible tanto en verano como en invierno a la hora de darle a Míchel los mimbres necesarios para pelear por todo. La vitola de equipo corrupto que tanto se extendió injustificadamente fue borrada considerablemente gracias en gran parte a los pasos dados desde el cara a cara y en el día a día.

Operaciones de equipo grande

No es exagerado afirmar que la SD Huesca ha tenido la oportunidad de competir con la plantilla más amplia de la categoría, entre la cual se encuentran futbolistas a los que ha costado convencer más de lo imaginable. Nombres que en el pasado hubieran sido inalcanzables.


Juan Carlos celebra un gol contra el Elche CF

Más allá de su rendimiento, a Juan Carlos Real probablemente se le recuerde en gran medida por el golpe de autoridad que dio la dirección deportiva ante la elevada competencia existente. Almería y Deportivo de La Coruña entre otros apostaron fuerte por uno de los mejores centrocampistas de la pasada temporada, pero no tanto como el Huesca, el cual entre tanta incertidumbre llevó a cabo uno de los grandes movimientos del verano al hacerse con una de las joyas de la categoría. El claro ejemplo de unas conversaciones arduas pero llevadas a buen puerto por poco probable que fuese.


Y aunque a priori lo pareciese, no fue el único. Las incorporaciones sorprendentes a la par que interesantes continuaron con quien ha sido el timón del barco de Míchel: Pedro Mosquera. Indispensable en el sistema de este Huesca, Rubén no tuvo ninguna duda en pelear por sus servicios presentándose en su tierra. Si algo le ha caracterizado hasta ahora es su capacidad de convicción y mesura en las negociaciones por muy duras que fuesen, sin olvidar la filosofía y las limitaciones con las que cuenta el club altoaragonés.


Okazaki anima a los suyos contra el Real Oviedo

Por otro lado, la terna de delanteros ha vuelto a ser decisiva para la consecución del ascenso. En primera instancia se encuentra Okazaki. Es cierto que el nipón no hubiera recalado en El Alcoraz si el Málaga CF hubiera solventado sus problemas financieros, aunque ello no es una razón de peso para restarle mérito a su contratación. Como la guinda veraniega del pastel que fue, Shinji ha causado sensación dentro y fuera del verde hasta convertirse tanto en el máximo goleador del equipo como en una de las mayores referencias dentro de la plantilla.


Por otro lado, ausentarse casi de la cena de Nochebuena no estaba previsto, pero existía un motivo claro detrás de ello: viajar a Inglaterra y contratar a Rafa Mir como fuese. En líneas generales, dos movimientos que a pesar de la tentativa de muchos rubricaron su firma con el club oscense.

A menudo se recuerda a los jugadores y al cuerpo técnico por encima de lo demás, pero el director deportivo supo vender un proyecto que para muchos era confuso a mediados de julio. Su trabajo supuso una mezcla de juventud y veteranía que acabó con la incorporación de más de 20 jugadores de alto nivel para completar en solo un mes una plantilla en cuadro. En definitiva, la maquinaria no hubiera funcionado sin el engranaje de Rubén García. Ahora queda lo más difícil, pero al César, lo que es del César.

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